Vacaciones 2010. Gracias a una invitación de mi viejo, pude disfrutar de 12 días de vacaciones junto a mi familia, nada más y nada menos que en Punta del Este, paraíso turístico sudamericano.
Me hospedé en un hotel céntrico de la península, rodeada de los dos mares que dan lugar a las famosas playas "brava" y "mansa". Tanta agua alrededor supone buena pesca a sus visitantes.
Estas fotos corresponden a tres tardes de pesca hechas en el Puerto de Punta del Este, al cual considero sinceramente el mejor de los pesquero que posee esta coqueta ciudad.
Muchos pejerreyes con lengue, cuando la claridad del agua y el sol lo permitían, no tantos con línea de flote y camarón de carnada.
Además, sargos, jureles y anchoas de banco, completaron tres tardes a puro pique.
Realmente, una opción a la mano, fácil y supereconómica para el veraneante y su familia. Gracias a Dios, la supe aprovechar.
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